A menudo, cuando hablamos de la desconexión entre la política y los ciudadanos, puede parecer algo abstracto, ¿no es así? Como si solo fuera un tema de discusión entre diferentes sectores o un titular llamativo en los medios de comunicación. Sin embargo, esta desconexión tiene consecuencias reales y tangibles en la vida de las personas. Es una brecha que separa a los gobernantes de aquellos a quienes representan, tomando decisiones sin tener en cuenta su impacto. Esto también sucede en la escena internacional.
Recientemente, hemos presenciado los posicionamientos y las palabras del presidente Milei durante su visita a España, en contra del mandatario de ese país. Lamentablemente, la embajadora de España se ha retirado de la Argentina; ¿qué implicancias va a tener esta decisión en los ciudadanos españoles en nuestro territorio?
España es una nación hermana, al igual que Italia. Como ciudadanos comprometidos, no debemos permitir que nuestras relaciones con estos países se vean afectadas por diferencias políticas temporales. Deberíamos exigir que se mantenga una relación inquebrantable, basada en los lazos históricos y culturales que nos unen. Nuestra historia compartida es mucho más valiosa y trascendental que cualquier disputa política del momento.
El problema radica en los efectos concretos que puede tener el descuido de nuestra historia y cultura en favor de intereses políticos. Por ejemplo, una ruptura diplomática con España podría afectar el acceso a la ciudadanía para los argentinos descendientes de españoles. Esto nos privaría de un derecho fundamental, generando más burocracia y retrasando los procesos.
Es hora de recordar que somos parte de una comunidad global, donde las decisiones políticas tienen un impacto directo en la vida de las personas. No podemos permitir que la desconexión entre la política y los ciudadanos continúe generando consecuencias negativas. Es momento de exigir un compromiso real y tangible por parte de nuestros líderes para preservar nuestros lazos culturales y fortalecer nuestras relaciones con otros países.
La historia y la cultura son pilares fundamentales de nuestra identidad, y debemos defenderlos con determinación.